Vida.
Tan callada
que ha cesado
de sentirse,
rueda
al son de la peste,
con desagrado
y lástima,
pisando barro
que ya no mancha
lo sucio.
Respirando humo
que no pudre
lo enfermo
del cáncer.
Avanza
no por alcanzar,
sino
por abandonar...
Es como huye,
entre dedos
que dejaron
de pertenecerse,
con un trueno
que no me despierta,
ni revive,
ni termina
de lapidar.
Fluye
hasta la coladera
sin esperar desembocar
en el mar,
por no querer
alimentar la alegría
entre la que los malditos
peces nadan.
Y así
se esconde
de otra inútil aventura
de afuera.
Vestida de roca,
para pasar inadvertida
de las aves,
porque no quiere
ser sus alas,
no quiere
ser alzada...
...y dejar de caer
en el mismo lugar
del que cada suspiro
se avienta,
cada vez
más bajo.
Autor: DT.

1 Comments:
Bueno, un buen escrito para iniciar de nuevo tu blog, independientemente del trasfondo que tiene. Si le sigues, al menos ya sabes que tendrás un cliente frecuente.
Besos, mi vida.
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